sábado, 8 de enero de 2011

Lenguaje subversivo para quienes no lo conocen


E
staban por retirarse del aula cuando un estudiante le preguntó al profesor  porqué había sacado un cero seis en su práctica de nota informativa. Él le respondió que no le gustaba como lo había escrito, que no tenía sentido alguno poner “ellos y ellas”, solo bastaba poner “ellos”. Y que su error podría haberlo pasado, pero que no toleraba que toda la nota presentara esa tonta y terca idea.
El profesor sin duda alguna obedecía a los largos y tediosos años de estudiante que le permitieron ser lo que es: un catedrático. Él invirtió en estudios tanto tiempo y se veía ofendido por la ocurrencia de un universitario promedio que creía que agregar unas palabras más a su trabajo  sería un “regalo” para el docente. Lógicamente el profesor tenía todo el derecho de calificar así. Total, más sabe el diablo por viejo que por diablo.
¿Qué pasa cuando se desea cambiar las estructuras de la sociedad?  El cambio que es algo constante y que siempre sucederá, es hecho por quienes están de acuerdo en que hay algo que debe ser sustituido por otra cosa, una manera por otra, de forma progresiva y no violenta. Todo lo que implique transformar, sustituir o innovar maneras culturales de proceder implica un cambio social, su escala puede variar y la magnitud también, pero lo que no podrá variar es el suceso reformador.
Desear que algo cambie para bien, encierra varias preguntas, ¿quién o quiénes desean qué?, ¿quiénes le secundan?, ¿qué se va a cambiar?, ¿todo cambio implica que sea para bien?, ¿quiénes serán afectados y/o afectadas por el cambio?, y otras más. Aún así nunca un cambio puede ser, por regla general cortesía de la lógica, totalmente aceptado, no puede ser un sí unísono, siempre debe haber contrapartes, reitero, siempre debe haber contrapartes. Eso da equilibrio y legitimidad.
En la siguiente clase, una nueva práctica. El resultado es el mismo que conocemos, la terquedad se impuso y una mala nota coronó la acción de tan irrespetuoso universitario. Pero la curiosidad crecía. Porqué un estudiante común y corriente se atreve a escribir de esa manera. Y es que en el docente habita algo tan humano, normal y natural: el rechazo a lo que no se conoce. Sin embargo, esta vez hubo una reacción lógica, pues como profesor preguntó el porqué de esa rara forma de querer escribir.
“Ellos” incluye a “ella”, “ellos” incluye a “ellas”, parece fácil, muy simple de asumir y de escribir como lo dicta la norma. Hasta que un rebelde le dice que hay algo más, que escribimos para que nos lean, y no solo nos leen los hombres, sino también las mujeres. ¿Porque no marcar diferencia y presentarnos diferentes a un público tan diverso?, ¿Por qué no escribir para ellas también? Total, lo que no se nombra no existe.
Si seguimos asumiendo que “ellos incluye a ellas” seguiremos invisivilizando a la mujer. No es difícil usar más saliva en unas cuantas palabras, no es tan complicado agregar algunas letras en un escrito, lo que puede ser difícil de aceptar es “nosotros y nosotras” dicho por un hombre que lleno de miedos teme que lo comparen con una mujer, aunque esto necesita más explicación, y es que como muchas personas han sido criadas bajo la tutela del machismo, un hombre jamás podría decir “nosotros y nosotras” pues fue amaestrado para pensar que la mujer es inferior, de modo que si se reconoce en “nosotras” estaría, en las relaciones de poder, reduciéndose y exponiendo su ser a la aversión de los otros machos. Pero quienes al menos tenemos conocimientos básicos o mínimos de igualdad, de equidad, de derechos humanos no nos es óbice reconocernos en “nosotras” pues sabemos que no somos superiores a la mujer en ningún aspecto, y viceversa, que decir nosotras y nosotros no es debilidad es, y siempre ha sido, un signo de inteligencia emocional.
 En fin, respecto de la escritura, la rebeldía es tanta que @ es usada como “a” y como “o” a la vez, las palabras pueden ser inclusivas con, por ejemplo: “conocedores/as del arte peruano se reunirán con nosotras/os”; con una “x” en “comíamos tan complacidxs…”, aunque el Microsoft Word subraye con rojo, y aunque un/a profesor/a te diga que eso no se puede. Mire, sí pude xD
Esta es otra extensión de esa rebeldía para escribir. Pareciera que el único espacio autorizado por nosotros y nosotras es el Messenger, el Chat, el Facebook, el Twitter, y hasta este Blog xD, entre otros espacios. Así la utilización de emoticons en lo que escribimos le da una especificación de significado, pues son también un símbolo de cortesía, de lo que queremos expresar. Cuando escribimos ya no es necesario decir que estamos alegres sino que basta y sobra con xD (que equivale a =D o a  =) y demás) cuando estamos tristes o queremos decir que hay algo que nos hace llorar simplemente se usa =( o T_T dependiendo del caso. Y esto es solo la punta del iceberg, hay tanta variedad de emoticons que facilitan la escritura. Esto sumado al lenguaje inclusivo, no puede negarse de que se trata de un cambio social de hace mucho tiempo, que sea para bien o para mal dependerá de quiénes lo vean y desde dónde.
Uniendo todo esto y usándolo sigue, aparte de malas notas, la normalización. Es el siguiente paso, y es el aporte que da la contraparte. Se deben tener normas a menos que se quiera que nos las impongan xD Lo dudo, por eso ofrezco un aporte de un profesor de alto nivel, que sigue este humilde blog, parafraseándolo sería como “si tildas o no la palabra solo dependerá del uso futuro que le des, puedes tildarlo si siempre mantienes eso, todo es seguir un modo, para que sea más entendible”, o algo así, fue hace varios años. El asunto es que si escribes diferente debes mantener esa línea y decidir en qué espacios lo practicarás, pero si estas dispuest@ a revelarte siempre fundamenta tu actuar, de lo contrario perderá legitimidad.
Así podremos comunicarnos de manera inclusiva, significativa, emotiva  y moderna, para desarrollarnos como personas diversas y que reconocen lo bueno y lo malo de lo que cambia y de lo que se niega a cambiar. O al menos eso es lo que te quieren hacer creer  =D